Las cerraduras es un elemento que aparece en numerosas partes del hogar, pues todas las puertas o gran parte de las ventanas las poseen, así como otros elementos del hogar, como las cajas fuertes.
¿Cómo conseguir un buen mantenimiento de la cerradura del hogar?
Una cerradura es un elemento que permite una seguridad concreta en el hogar o comercio, por lo que es muy importante cuidarla bien y que tengan un adecuado mantenimiento con buenos productos, ya que con el roce diario y los cambios de temperatura, es algo muy común que una cerradura se estropee.
Por ello, desde Cerrajeros Madrid queremos ayudarte a evitarlo. Las cerraduras de nuestras puertas nos protegen y nos mantienen a salvo de los ladrones y de las personas que roban. Lamentablemente, muchos se olvidan de hacer un mantenimiento adecuado a sus cerraduras, ¡lo que provoca que luego fallen!
Muchas cerraduras compradas en ferretería pueden utilizarse durante décadas sin necesidad de reemplazarlas, pero esto no significa que deban descuidarse. El mantenimiento de las cerraduras garantiza la protección de sus bienes y evita que pague más por las reparaciones.
Las cerraduras de las puertas, sobre todo las que se utilizan para las puertas delanteras, pueden acumular suciedad y mugre. Sin un mantenimiento adecuado, estos restos pueden dificultar el funcionamiento de la cerradura e incluso provocar su rotura.
A continuación te ofrecemos algunos consejos para realizar el mantenimiento de la cerradura de tu puerta:
Comprueba la puerta y el marco
Una de las cosas clave que hay que tener en cuenta para garantizar el buen funcionamiento de tus cerraduras es asegurarte de que sus puertas están bien colgadas.
Si las puertas se caen o se descuelgan, pueden ejercer más presión sobre el pestillo o el cerrojo. Cuando esto ocurre, puede resultar más difícil abrir la puerta. Lo ideal es que la puerta y su marco tengan una holgura uniforme de al menos ⅛ de pulgada a menos de ¼ de pulgada de la parte superior y sus lados – cualquier otra holgura más grande ya puede causar una desalineación significativa.
Inspecciona los tornillos de la puerta y las placas de cierre
Otra práctica de mantenimiento es comprobar si los tornillos de la puerta y los cerraderos están bien instalados.
En general, la bisagra superior conectada al marco de la puerta debe ser lo suficientemente larga para asegurar la puerta y el marco de la pared. Añadir un tornillo más largo, de unas tres pulgadas de longitud, puede evitar que las puertas se hundan.
Esta adición también puede ser buena para aumentar la resistencia a la rotura de su puerta.
Al inspeccionar el marco de la puerta, debería comprobar también las placas de cierre. Si utiliza un cerrojo de seguridad, debería utilizar tornillos más largos para conectarlo a la pared.
Examina la alineación del pestillo y del cerrojo
Cuando compruebes las cerraduras de su puerta, debes observar si el pestillo cae dentro de la placa de cierre. Ten en cuenta que el pestillo de cierre es un factor de seguridad crítico que se ha incorporado a las cerraduras modernas. Sin embargo, por muy moderna que sea esta característica, no funcionará si no está correctamente alineada con la placa de cierre.
También debes comprobar si el cerrojo funciona sin problemas, sobre todo al cerrar la puerta. Recuerda que no es necesario levantar, empujar o tirar de la puerta para activar la cerradura.
También tienes que asegurarte de que el agujero de la jamba de la puerta es lo suficientemente profundo como para que el cerrojo se extienda por completo. Si no está completamente extendido, el cerrojo no será efectivo para asegurar tu casa.
Evita el óxido engrasando la cerradura
Uno de los problemas más recurrentes en las cerraduras es cuando se oxidan y, por ello, dejan de funcionar y, si lo hacen, lo hacen de mala manera.
Lo mejor para evitar esto es engrasarlas cada cierto tiempo con aceite y vaselina, sobre todo las superficies de más contacto.
Para realizar esta acción puedes ayudarte de un pincel. Lo ideal es hacerlo de manera periódica, sin pasarnos tampoco, porque el exceso tampoco nunca fue bueno. Engrasa con más frecuencia las que más se empleen día a día.
Otro de los productos con los que puedes engrasar la puerta es con aerosol, son productos diseñados específicamente para esto.
Lo que debes hacer es informarte bien antes de aplicar el producto que has comprado, para no pasarte. Para ello, pregúntale al profesional o lee las instrucciones muy atentamente.
Mantén las llaves en buen estado
Si quieres tener una cerradura en buenas condiciones también es indispensable que te centres en tener unas llaves en condiciones.
Piensa que este material se mete en la cerradura varias veces cada día, por lo que si las llaves están sucias, ensuciarán la cerradura también, provocando así un doble problema: el deterioro de las llaves y el deterioro de la cerradura de la puerta.
Aplica grafito en spray en la cerradura
El grafito en spray lo puedes adquirir en cualquier tienda especializada, y es uno de los lubricantes sólidos que mejor vienen en estos casos, ya que se emplean en bisagras, ejes y engranajes para su mantenimiento.
Por ello, en la cerradura este material es un elemento indispensable que te facilitará el buen mantenimiento de tu puerta.
Esto se debe a que el grafito no retiene polvo y su durabilidad y su gran resistencia son mucho más altas que la de otros materiales que se emplean para lo mismo, por lo que es una de las mejores alternativas si no quieres problemas con la cerradura de tu hogar, ventana o cualquier otro elemento de cierre.
El grafito debe colocarse en la ranura de la cerradura para que se adhiera al interior de ésta y consiga, así, un buen efecto.
Revisa las piezas de la cerradura cada cierto tiempo
Sabemos que esto puede sonar algo raro, y poco común también. Sin embargo, conviene hacer. Revisar las piezas de la cerradura cada cierto tiempo ayuda a ahorrarte mucho dinero en una posible rotura de la cerradura.
Lo ideal es revisar las piezas principales, por lo que conviene desmontarla y revisar cada una de estas piezas.
Ten en cuenta que para desmontarla es importante que lo haga alguien “manitas” que sepa luego volverla a montar de la manera adecuada.
No es un trabajo costoso y supone una inversión para evitar posibles problemas futuros.
Lubrica tu cerradura
Al mismo tiempo que limpias la superficie exterior de tus cerraduras, también debes asegurarte de que las limpias desde el interior, y la lubricación suele ser el truco.
Después de rociar el lubricante, introduzca la llave y sáquela de la cerradura repetidamente. Asegúrate de eliminar cualquier resto antes de volver a introducirla en la cerradura.
Hay que evitar el uso de lubricantes a base de petróleo. Lubricar sus puertas al menos una vez al año puede ser suficiente.
Limpia tu cerradura
Eliminar la suciedad y la mugre puede prolongar la vida útil de la cerradura de tu puerta. Algunas cerraduras son más fáciles de mantener, ya que sólo hay que utilizar un trapo húmedo.
Sin embargo, si está muy sucia, puedes utilizar un jabón suave para eliminar toda la suciedad. Utilizar un limpiador químico o abrasivo no es lo ideal, ya que puede despojar a la cerradura de su capa protectora, haciéndola más susceptible de oxidarse y dañarse.
Por último
Si notas que la cerradura de tu puerta no está funcionando bien, consultar con un cerrajero profesional puede ayudarte a identificar el problema y aconsejarte sobre el mantenimiento que debes hacer para evitar que se repita. Haz esto antes de considerar el reemplazo de toda tu puerta principal.
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